"Toc-toc!"

Adelante

jueves, 8 de julio de 2010

Querido diario ♥ II

Ahí viene el segundo capítulo de ésta historia que aún no tiene título. Pensándolo bien, ni la protagonista tiene nombre, pero ya se lo pondré, cuando crea conveniente :)


ESCOCIA, 1734. Segunda parte.
SECUESTRADA


Mi padre me tenía dicho que no me fiase de los hombres, y menos de los soldados del ejército escocés.

- Si ven que estás sola no dudarán en aprovecharse, no te acerques a ellos, nunca - me decía.

Así que crecí temiendo a aquellos hombres vestidos de rojo que llevaban armas y parecían tan fuertes.
Seguí mi camino pendiente abajo olvidando cualquier tipo de precaución, era muy tarde y no me gustaba estar en aquel lugar bañado por la oscuridad de la noche, así que decidí ir más rápido a pesar de las dificultades del sendero. No tenía ni idea, sin embargo, de que alguien me estaba siguiendo.
En un momento dado me resbalé y me torcí el tobillo; me quedé sentada en el suelo apretando los dientes con fuerza para no gritar, pero el dolor era insoportable y empecé a jadear mientras una lágrima se escapaba de mi rostro. Intenté levantarme agarrándome a un árbol; Haciendo fuerza con los brazos conseguí incorporarme y deposité todo mi peso en el pie que no estaba lastimado. Cojeando sería muy difícil bajar hasta el valle, pero no tenía otro remedio.
Cuando me dispuse a dar un paso, sentí que algo se movía detrás de mi. Me paré en seco, con los cinco sentidos alerta y la piel de gallina. Volví a oír un extraño sonido metálico, ésta vez más continuado y cercano. Reconocí el ruido de unas pesadas botas andar sobre un suelo inestable. Horror, no podían ser ellos, ya se habían marchado, ¡los había visto irse con los caballos!

- Eh, preciosa, ¿te has roto algo?

Me giré asustada al oír su voz. La sangre se me heló en las venas. Era un hombre, llevaba un rifle y vestía un uniforme rojo. Un soldado. Sus botas eran negras y llevaban taloneras y espuelas metálicas para los caballos. ¿Qué hacia un soldado solo en medio del bosque sin su caballo y sin un escuadrón? Recordé entonces las palabras del pobre soldado Willie cuando discutía con el líder, ése tal Jhon... "Pero Jake, Jhony y Ron van a llegar muy tarde a dónde sea que estemos. Y con el ganado aún van más lentos. Deberíamos haber parado en la anterior posada". ¡Qué tonta! ¿Significaba eso que habían otros tres soldados rondando por la zona? ¿Pero dónde estaban sus otros dos compañeros? Muy nerviosa, intenté parecer estar segura y confiada.


- Eh... no, no; estoy bien - le dije. Rápidamente pensé una excusa que lo mantuviera alejado de mi - solo que me he resbalado y... el tonto de mi primo iba delante y no se ha dado cuenta. Puedes irte, ahora vendrá a por mi. Jimmy! -grité entonces. Jimmy era el nombre de mi padre.

Sin embargo el soldado no se movió de donde estaba y en lugar de dar media vuelta esbozó una sonrisa llena de sarcasmo.

- ¿Con que tu primo eh? Pues parece que tu primo lleva un buen rato aventajándote, preciosa, al menos desde que yo te he estado siguiendo.

¡Maldito! Sin pensarlo dos veces eché a correr pendiente abajo, olvidando mi tobillo roto y sin llegar muy lejos, ya que me volví a caer presa de un dolor punzante. El soldado se acercó hasta mi y se arrodilló a mi lado.

- Sssht... tranquila preciosa, no te voy a hacer daño - dijo en un tono suave pero nada tranquilizador. Su mano se aproximó a mi rostro y me acarició las mejillas con el pulgar.

- ¡Sácame tus sucias manos de encima! - le espeté. Y le mordí.

El soldado gruñó de dolor y entonces me cogió del cuello y me tumbó en el suelo con violencia. ¡Mierda! Cerré los ojos fuertemente mientras intentaba pensar un modo de huir. El asqueroso mercenario intentó desnudarme arrancándome la camisa, pero yo conseguí darle dos golpes fuertes en el pecho y otro en la nariz. Puede que se la rompiera, porque de ella empezó a salir un hilo de sangre que goteó hasta caer en mi cuello. Si conseguía clavarle una patada en la entrepierna y dejarlo medio tieso quizás podría escapar... pero el soldado me sujetó las muñecas con extrema brutalidad y un grito desgarrador se escapó de mi garganta.

- ¡Ron! - gritó entonces otra voz masculina.

- Joder tío, ¡qué hijo de puta! - no era una voz, eran dos. - ¿Con que ibas a mear, eh? ¡Nosotros esperándote y tu pasando el tiempo divirtiéndote con una jovencita que está buenísima! Pues ahora tendrás que compartirla chaval...

El soldado que me agarraba se giró hacia ellos con una amplia sonrisa.

- No te emociones Jhony, esta belleza no es fácil de domar, me ha dejado hecho polvo... ¡me ha mordido y creo que tengo la nariz rota!

Los dos soldados se echaron a reír. Por lo que había podido escuchar, el hombre que me tenía atrapada con sus manazas se llamaba Ron y el otro soldado repugnante, Jhony. Pero el tercero no había vuelto a decir nada más, nos miraba con el semblante serio y parecía estar pensando algo.

- Entonces Ron, te ayudaré a enseñarle quien manda aquí - dijo el tal Jhony.

Empezaba a caminar hacia mi cuando el tercer soldado lo paró:

- No. Ron, Jhony, dejadla en paz, marchémonos.

- ¿Qué?

Yo estaba tan sorprendida como los otros dos soldados. El joven sin nombre volvió a hablar:

- Hemos dejado los caballos y el ganado sin vigilancia, se nos ha hecho demasiado tarde y, no sé vosotros, pero yo lo que más deseo
ahora es comer y dormir bajo techo.

Los dos soldados se miraron un momento y luego desviaron otra vez sus ojos hacia su compañero. Vi como Jhony me daba la espalda y se volvía hacia él, entonces comprendí que miraculosamente ya no corría ningún peligro. Cuando quise deshacerme del soldado que me aferraba, éste se negó a soltarme y, con un movimiento brusco, me agarró de la cintura y me depositó en su hombro.

- Está bien, vámonos -dijo-. Pero ella se viene con nosotros.

5 comentarios:

  1. QUE DENSO!!! ya me dio pendiente la Pobre Muchachita, espero no le pase nada, tendre que seguir leyendo

    ResponderEliminar
  2. No cal que li busquis un final a la historia; ja posats... ni títol. Hi ha molt més amagat en el fons de les paraules: l'odi, el rebuig, la por?

    Sempre hi ha molt a dir i molt a entendre... escriu, escriu i escriu; i si no finiquites aquesta història, comença'n una de nova, ja que sempre és més important allò que es diu que allò que es veu, i he vist moltes coses que em fan pensar.
    M'encanta poder tornar a llegir escrits teus.

    (mai he ficat noms a cap dels meus personatges hahaha)

    Una forta abraçada :D

    ResponderEliminar
  3. Hola!!

    Esta buena la historia, oie no te preocupes por ponerles nombres, a veces yo escribo historias y mis personajes no tienen nombre asi se hace mas genial

    ^^

    Cuidate... esperare las siguientes partes

    byE

    ResponderEliminar
  4. Auch, nos haz dejado con la duda, pobre chava, ojalá y la sortee bien, aunque con la brutalidad de los tíos de aquellas épocas ello no parece posible, en fin, ya sabremos algo en el próximo post :D

    ResponderEliminar
  5. Y yo soy igual que tú: Porqué tantas historias con principio pero sin fin, sobretodo cuando la gente te halaga? Seguiré buscando una respuesta acertada en silencio. De mientras, te animo a que continues. La escritura es algo bonito, te ayuda a expresarte de una forma ordenada, sacando lo mejor de cada uno de tus pensamientos... Y veo que a ti te gusta conrearla... Así que... Valor, y al toro!

    ResponderEliminar